jueves, 27 de noviembre de 2008

Pink Floyd - The Piper at tha Gates of Dawn (1967)

Nunca fueron comunes estrellas de rock. Jamás corrieron o saltaron sobre un escenario; su movimiento más exagerado en un show ha sido y será una sonrisa. Han evitado declaraciones provocativas y comerciales. Ni siquiera los llevaron presos una vez. Cuando la máquina de triturar stars exige al menos un disco por año, ellos se han tomado entre 2 y 3 para producir cada obra. Es más, todo este tiempo, que va desde el under londinense de 1967 a hoy, ha registrado apenas poco más de 100 canciones floydianas. Algunas de menos de 1 minuto. Otras, suites que superan los 20. Habían sido compañeros de la secundaria, en Cambridge. Syd Barret, Roger Waters, Nick Mason y Rick Wright se repartieron una guitarra, un bajo, una batería y un set de teclados para cambiar la historia de la música. No por sus ritmos novedosos ni por su virtuosismo como intérpretes: por la capacidad de hipnotizar a su público.



Tocaban en un lugar llamado UFO. Eran la vanguardia de la vanguardia. El arte expresado en música. Hasta Arnold Layne, su primer single, resultó prohibido por la BBC: cierto sentido de incitación a la droga, explicó la cadena británica, dueña de las radios de la isla. Usaban un show light inédito, que incluía proyecciones a través de cristales llenos de líquido. Luces negras, estroboscopios, lásers, equipos giratorios, sonido cuadrafónico. Eran un fantástico experimento musical, que quedó registrado en su álbum debut, The Piper at the Gates of Dawn. Pero Syd Barret no soportó la presión. Su combustible, ácido y alcohol, terminó por quemarlo. Por una vez en el mundo del rock, prefirió abandonar antes que morir. Todos, en conjunto, decidieron llamar a David Gilmour, un amigo común, quien incluso había sido el "maestro" de guitarra de Barret. Y la química de Pink Floyd se alteró. Ya no serían la loca banda del loco mayor, sino un grupo compuesto por un orfebre apellidado Waters, un músico nato como Wright, un efectista golpeador de timbales como Mason y un guitarrista, Gilmour, que poco a poco fue desarrollando un sonido especial, una personalidad como hay pocas en el rock.


En ese momento, 1969, sus egos explotaron. Grabaron un disco doble, Ummagumma, en el que cada uno dispuso de media cara del álbum para hacer lo que quería (el otro disco era en vivo). Pusieron música a la película More, de Barbet Schroeder. Y al film Zabriskie Point, de Antonioni. Trabajaron con una orquesta clásica, y el resultado fue Atom Heart Mother. Hicieron la banda de sonido de otra película, La Vallee, también de Schroeder, cuyo disco se llamó Obscured by Clouds. Editaron un álbum "normal" Meddle, con temas como Echoes y One of These Days. Finalmente, filmaron un recital de ellos. Pero sin público, y en las Ruinas de Pompeya.

Y llegó The Dark Side of the Moon, el 13 de Marzo de 1973. Su obra clave, al menos porque fue la primera que se hizo masiva, a tal punto de quedarse 724 semanas en los rankings. Luego vinieron Wish You Were Here (1975, dedicado a Barret y con un tema increíble llamado apropiadamente Shine On You, Crazy Diamond), The Wall (1979, donde cuenta, a través de dos discos, la historia de Pink, una estrella de rock huérfana de padre) y The Final Cut (1982, último disco de Waters con Floyd, realizado en respuesta a la Guerra de Malvinas). Pero este viaje de sonido que empezó en 1967 tenía que provocar sus turbulencias. Después de The Wall, Wright abandonó el grupo, y en 1984 lo hizo Waters, para dedicarse a su carrera solista. Gilmour y Mason, entonces, llamaron a Wright como músico invitado y grabaron - en la casa del guitarrista - A Momentary Lapse of Reason, en 1987. Ya estaban en medio de juicios por el nombre de la banda y algunas pertenencias, como el famoso cerdo inflable gigante, diseñado por la fábrica alemana que construía los zeppelins, usado en la tapa de Animals (1977). Gilmour y compañía hicieron un recital memorable en Venecia, en un escenario que flotaba sobre el Gran Canal, para 250.000 personas. Otras tantas miraron como Waters montaba The Wall en Berlín, después de la caída del Muro. El fin de los '80 vio la edición del doble en vivo, The Delicate Sound of Thunder, y, en 1994, editaron The Division Bell, el último producto del Floyd sin Waters.




The Piper at the Gates of Dawn es el primer álbum de estudio de Pink Floyd, editado en 1967. Este disco está considerado como uno de los primeros en explorar el rock psicodélico, junto con Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de The Beatles, que fue grabado casi al mismo tiempo; y es considerado uno de los LPs más influyentes de la historia, siendo una gran influencia para la escena de rock psicodélico del momento, y lo que siguió.

El título fue extraído de la novela El Viento en los Sauces, de Kenneth Grahame. En la actualidad está considerado como ejemplo por antonomasia de la música psicodélica británica, además de que en su momento fue muy bien recibido por la crítica. Las pistas del disco, predominantemente escritas por Barrett, muestran letras poéticas y una ecléctica mezcla de música, desde la vanguardista "Interstellar Overdrive" hasta "The Scarecrow" (inspirada en la música folclórica de The Fens, una región rural al norte de Cambridge de donde son originarios Barrett, Gilmour y Waters). Las letras son totalmente surrealistas y a menudo folclóricas, como "The Gnome". La música reflejaba la mejor tecnología electrónica de la época, destacando el uso del paneo estéreo, la edición de cinta, los efectos de eco y el uso de teclados electrónicos. El disco fue un éxito en el Reino Unido, donde llegó al puesto número 6, pero no le fue tan bien en los EE.UU., en cuyas listas solo alcanzó la 131º posición, aunque después sería relanzado en el periodo de éxito comercial del grupo, en la década de los 70. Durante este periodo, la banda emprendió una gira con Jimi Hendrix, lo que ayudó a incrementar su popularidad.


Tracklist:
  1. Astronomy Domine (4:13)
  2. Lucifer Sam (3:07)
  3. Matilda Mother (3:08)
  4. Flaming (2:46)
  5. Pow R. Toc H. (4:26)
  6. Take Up Thy Stethoscope And Walk (3:07)
  7. Interstellar Overdrive (9:42)
  8. The Gnome (2:13)
  9. Chapter 24 (3:42)
  10. Scarecrow (2:11)
  11. Bike (3:22)

Banda: Pink Floyd
País: Inglaterra
Género: Rock Psicodélico


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